Seguramente lo has escuchado en todas partes: “tengo ansiedad”, “me dio un ataque de ansiedad”, “eso me causa ansiedad”. Y sí, vivimos en un mundo que se mueve rápido, donde sentir ansiedad parece casi inevitable. Pero, ¿qué pasa cuando esa ansiedad deja de ser algo ocasional y empieza a ocupar demasiado espacio en tu vida?. En este blog quiero que hablemos sobre qué es un trastorno de ansiedad, por qué no se puede diagnosticar a la ligera, cuáles son sus síntomas reales, qué lo puede causar y cómo se puede tratar.
Entremos en materia.
¿Qué es un trastorno de ansiedad?
La ansiedad, en sí misma, no es un problema. Es una emoción básica y adaptativa, como el miedo o la alegría. Te prepara para responder ante una amenaza, aumenta tu atención y te protege. Pero cuando esa emoción se activa sin un peligro real, de forma constante o intensa, y empieza a interferir con tu vida diaria, entonces hablamos de algo más profundo: un trastorno de ansiedad.
El trastorno de ansiedad es una condición psicológica caracterizada por una preocupación excesiva, persistente y difícil de controlar, que interfiere significativamente con la vida diaria de una persona.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo define como un grupo de trastornos caracterizados por miedo excesivo, ansiedad persistente y alteraciones del comportamiento que pueden afectar significativamente el funcionamiento personal, familiar o social.
Diagnóstico de los trastornos de ansiedad
Es común que, al sentir palpitaciones, angustia o insomnio, muchas personas piensen “seguro tengo ansiedad”. Pero cuidado: un diagnóstico no puede salir de un test en redes sociales o de un video viral.
Los profesionales de la salud mental utilizan entrevistas clínicas estructuradas, criterios específicos (como los del DSM-5) y una exploración profunda del contexto de vida del paciente. Porque los síntomas pueden parecerse a los de otros trastornos, o incluso tener origen médico.
“Es fundamental diferenciar entre ansiedad adaptativa y trastorno de ansiedad, para evitar la medicalización innecesaria y el autodiagnóstico”
Existen diferentes formas, entre las más frecuentes están:
- Trastorno de ansiedad generalizada (TAG): preocupación excesiva por diferentes aspectos de la vida cotidiana.
- Trastorno de pánico: ataques súbitos de miedo intenso con síntomas físicos intensos.
- Fobias específicas: miedo irracional a objetos o situaciones concretas (ej. alturas, animales).
- Ansiedad social: miedo intenso a situaciones sociales o de evaluación.
- Agorafobia: miedo a lugares donde sería difícil escapar o recibir ayuda en caso de crisis.
- Trastorno de ansiedad por separación: más común en niños, pero también puede aparecer en adultos.
Síntomas de los trastornos de ansiedad
No hay un único trastorno, sino varios tipos: trastorno de ansiedad generalizada, fobia social, trastorno de pánico, fobias específicas, agorafobia, entre otros.
Sin embargo, hay síntomas comunes que suelen aparecer:
Físicos:
- Taquicardia o palpitaciones
- Sudoración excesiva
- Dificultad para respirar
- Tensión muscular
- Mareo o molestias gastrointestinales
Cognitivos y emocionales:
- Preocupación constante y desproporcionada
- Anticipación catastrófica (“algo malo va a pasar”)
- Irritabilidad
- Dificultad para concentrarse
- Problemas para dormir
Estos síntomas suelen durar varias semanas o meses y afectar de manera significativa la vida de quien los experimenta.
Causas de los trastornos de ansiedad: ¿de dónde viene todo esto?
No hay una única causa, pero sí múltiples factores que pueden aumentar el riesgo:
- Genética: Tener familiares con trastornos de ansiedad incrementa la probabilidad de desarrollarlo.
- Ambiente: Experiencias traumáticas, estrés crónico, violencia o inseguridad emocional pueden desencadenar o mantener los síntomas.
- Factores biológicos: Cambios en la química cerebral, en especial en neurotransmisores como la serotonina o el GABA, están asociados con la ansiedad (Pino & Herrera, 2012).
- Personalidad: Personas con tendencia al perfeccionismo, a la evitación o con baja tolerancia a la incertidumbre pueden ser más vulnerables.
Y aunque no siempre se puede prevenir, sí es posible aprender a gestionar los factores desencadenantes.
Tratamiento de los trastornos de ansiedad
La buena noticia: los trastornos de ansiedad tienen tratamiento y la mayoría de las personas mejora significativamente cuando accede a él.
Las principales opciones terapéuticas incluyen:
1. Psicoterapia
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una de las más efectivas. Ayuda a identificar y modificar pensamientos distorsionados, mejorar las estrategias de afrontamiento y disminuir la evitación.
También existen enfoques como la terapia de exposición, la terapia de aceptación y compromiso (ACT) y técnicas de relajación que complementan el proceso.
2. Tratamiento farmacológico
En algunos casos, se recurre a medicamentos ansiolíticos o antidepresivos bajo supervisión médica, es decir, recetada por un psquiatra. No son la única vía, pero sí pueden ser útiles cuando los síntomas son severos o incapacitantes.
“El tratamiento debe ser personalizado, considerando el tipo de trastorno, la historia del paciente y la gravedad de los síntomas”.
3. Cambios en el estilo de vida
Dormir bien, hacer ejercicio regular, cuidar la alimentación, reducir el consumo de cafeína y alcohol, y practicar técnicas de mindfulness pueden complementar el tratamiento profesional.
🌿 Una reflexión necesaria
Hablar de ansiedad con responsabilidad no significa invisibilizarla, sino entenderla con profundidad. No todo malestar es un trastorno, y no todo síntoma requiere diagnóstico. Pero si lo que sientes se vuelve una carga constante, no estás exagerando por buscar ayuda.
La salud mental es tan importante como la física. Y pedir apoyo es un acto de valentía.
Referencias
- World Health Organization (WHO). (2023). Anxiety disorders. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/anxiety-disorders
- Fernández López, Odalis, Jiménez Hernández, Bárbara, Alfonso Almirall, Regla, Sabina Molina, Darelys, & Cruz Navarro, Julia. (2012). Manual para diagnóstico y tratamiento de trastornos ansiosos. MediSur, 10(5), 466-479. Recuperado en 04 de agosto de 2025, de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1727-897X2012000500019&lng=es&tlng=es.
- (2013). El trastorno de ansiedad generalizada. Revista de la Facultad de Medicina (México), 56(4), 53-55. Recuperado en 04 de agosto de 2025, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0026-17422013000400009&lng=es&tlng=es.
- Arango-Dávila, Cesar A., & Rincón-Hoyos, Hernán G.. (2018). Trastorno depresivo, trastorno de ansiedad y dolor crónico: múltiples manifestaciones de un núcleo fisiopatológico y clínico común. Revista Colombiana de Psiquiatría, 47(1), 46-55. https://doi.org/10.1016/j.rcp.2016.10.007





