Aprende a cómo soltar y dejar ir lo que te duele

soltar y dejar ir
En este artículo

Déjame contarte algo. Ana tenía un árbol de recuerdos: fotos, mensajes, sueños que un día parecían seguros. Con el tiempo, algunas ramas empezaron a pesarle demasiado. El recuerdo de lo que pudo haber sido, la culpa de lo que hizo, el deseo de que ciertas personas cambiaran. Un día Ana se despertó y se dio cuenta: “estos recuerdos me amanazan con robarme la paz”. Soltar y dejar ir le pareció un acto de cobardía, al principio. ¿Cómo olvidar lo que ya fue importante? ¿Cómo dejar de aferrarse si algunos recuerdos siguen vivos? Pero también sintió que algo debía cambiar: su corazón dolía, su mente no descansaba.

Esa experiencia, verdadera y común, nos invita a explorar qué significa aprender a soltar y dejar ir, cuándo es necesario, cómo hacerlo, y qué ayuda pedir en ese proceso.


¿Qué significa soltar y dejar ir?: Del apego al desapego

Cuando hablamos de apego, pensamos en lo que nos marca: relaciones, expectativas, sueños, recuerdos. Son lazos invisibles que pueden dar calor, pero también pesar. Desapego no significa indiferencia, sino reconocer que no todo debe permanecer. Es conceder libertad interior para que lo que deba marcharse, lo haga, y lo que deba quedarse, lo haga con ligereza.

En psicología, soltar tiene que ver con disminuir la rumiación, esos pensamientos repetitivos sobre el pasado, que regresan como eco, y con cultivar nonattachment o desapego emocional. Un estudio encontró que la capacidad de «letting go» está asociada con menores niveles de ansiedad y depresión, al permitir ver los pensamientos negativos como eventos pasajeros en lugar de identidad fija. 


¿Por qué es necesario aprender a soltar?

  • Para cuidar tu bienestar mental. Sostener resentimientos, culpas o deseos imposibles consume energía emocional. Hay evidencia de que el desapego y mindfulness ayudan a reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo. 
  • Para vivir en el presente. Si estás demasiado enfocado al pasado, lo que eres capaz de hacer ahora pierde espacio.
  • Para sanar heridas emocionales. Soltar no borra el dolor, pero permite que deje de controlarte.
  • Para reconstruir tu identidad. A veces lo que nos ata al dolor también nos define menos de lo que creemos.

Señales de que es momento de soltar y dejar ir 

Quizás te reconozcas en algunas de estas señales:

  1. Sientes que estás estancado: repites los mismos pensamientos, los mismos recuerdos, como si el pasado tuviera un control que no te deja avanzar.
  2. Tu cuerpo lo refleja: insomnio, tensión, ansiedad, dificultad para concentrarte.
  3. Cada vez que recuerdas algo, el dolor vuelve con fuerza igual o mayor.
  4. Te descubres idealizando lo que fue, minimizando lo negativo, como si el recuerdo te engañara.
  5. Sientes que tus valores o tu paz están en conflicto constante con lo que mantienes vivo en tu interior.

Algunos artículos hablan de señales similares, estar exhausto emocionalmente, vivir en el pasado o cuando tus emociones negativas dominan el presente, como indicadores de que es tiempo de soltar. 


¿Cómo empiezo a soltar y dejo ir mi pasado?

Te comparto pasos prácticos, como si conversáramos y te acompañara:

  1. Reconoce lo que necesitas soltar: Haz una lista mental o escrita: personas, recuerdos, expectativas, heridas. Verlas con nombre ayuda a que no sean sombras sin rostro.
  2. Acepta lo que fue: Permítete sentir: dolor, rabia, tristeza. No obligues a “sentirte bien” de inmediato. Aceptar no es rendición, es honestidad contigo.
  3. Practica el desapego poco a poco: Puedes usar meditación, mindfulness, respiraciones conscientes, escritura terapéutica. Un estudio mostró que la actitud de “no juzgar y aceptar” tus emociones reduce significativamente la rumiación negativa y mejora el bienestar. 
  4. Establece límites saludables: Con personas que repiten comportamientos dolorosos, con recuerdos que revientan con fuerza si los revives, con expectativas irreales. Protegerte no es egoísmo, es auto-cuidado.
  5. Busca significado o nuevas conexiones: Cuando algo viejo se va, deja espacio para lo nuevo: amistades, proyectos, pasiones que quizá dejaste de lado. Lo nuevo repara algo dentro de ti.
  6. Da tiempo al proceso: Soltar lleva días buenos, días malos. No hay un “fecha de vencimiento”. El avance no es lineal, y eso está bien.

¿Cómo puede ayudar un psicólogo en este proceso de soltar y dejar ir?

Un profesional de salud mental puede ser como ese puente que te acompaña cuando el río está caudaloso:

  • Orientación estructurada: herramientas terapéuticas como terapia cognitivo-conductual, terapia de aceptación y compromiso (ACT), o terapias centradas en el trauma que ayudan a procesar lo que duele.
  • Espacio seguro: donde expresar sin juicio lo que no te atreves a decir.
  • Estrategias de afrontamiento personalizadas: lo que funciona para uno puede no servir para otro.
  • Acompañamiento en crisis: cuando soltar algo significa enfrentarte con emociones fuertes, incluso riesgo de recaídas emocionales, un psicólogo puede ayudar a sostenerte.

Soltar y dejar ir puede parecer al principio como perder algo valioso, como arrancar una parte de ti. Pero a menudo, lo que sueltas es lo que te impide ser entero, auténtico, libre para crecer.

El proceso no es renuncia al amor ni olvido, sino una apertura. Abrirte al presente, al posible, al tú que sigue siendo, aún con cicatrices. Y aunque suelte, sigues conservando aquello que realmente importa: tu dignidad, tu capacidad de sentir, tu posibilidad de reinventarte.

Hoy quizá puedas hacer algo pequeño: permitirte reconocer que algo ya no suma, que duele, y que mereces soltarlo. Y al soltarlo, hacer espacio para paz, para nuevas historias, para ti.


Referencias

  • Frewen, P. A., Hanselman, K., Dozois, D. J. A., & Lanius, R. A. (2022). Letting Go as an Aspect of Rumination and Its Relationship to Mindfulness, Dysphoria, Anxiety, and Eudemonic Well‐Being. Psychology & Neuroscience, 15(2), 180–197. 
  • Viseu, J., Prout, T., González, V. M., & Ferreira, R. D. (2019). The academic benefits of ‘letting go’: the contribution of mindfulness and nonattachment to adaptability, engagement, and grades. Educational Psychology, 39(6), 784–796. 
  • Estudio “Letting Go of Anger: Effectiveness and Interaction with Nonjudging and Daily Adjustment—Evidence from a Diary Study” (Journal of Rational-Emotive & Cognitive-Behavior Therapy, 2025). 

Si te gusto este contenido ¡ayudame compartiéndolo!

¡Comparte!

Scroll al inicio