Hay pensamientos que se quedan pegados como chicle en la mente, y una de las cosas más difíciles de soltar suele ser una persona. Tal vez fue una relación que terminó, un amor no correspondido o alguien que marcó un momento importante en tu vida. Sea como sea, pensar constantemente en esa persona puede volverse agotador y hasta doloroso, entonces ¿Entonces ¿como dejar de pensar en alguien?. Hoy vamos a hablar de por qué nos pasa esto, qué dice la psicología al respecto y cómo podemos soltar esos pensamientos sin olvidar lo que fuimos… pero sí reencontrándonos con lo que somos.
¿Por qué no puedo dejar de pensar en esa persona?
Desde la psicología, cuando una conexión emocional se rompe, se activa un proceso similar al del duelo. La persona no ha muerto, pero ya no está, y eso genera un vacío que nuestra mente intenta llenar con recuerdos, suposiciones o ideas de “qué hubiera pasado si…”.
Según investigaciones sobre los vínculos afectivos, el apego emocional activa regiones del cerebro relacionadas con la recompensa, como el sistema dopaminérgico. Cuando se rompe una relación, ese sistema queda “sin su dosis”, lo que nos lleva a pensar compulsivamente en la persona como una forma de buscar alivio, aunque esto solo refuerce el malestar (Guzmán & Trabucco, 2015)
También influye algo llamado “rumiación”: pensamientos repetitivos sobre una experiencia emocional sin encontrar resolución. Este patrón es común tras una pérdida o una ruptura, y puede intensificarse si sentimos culpa, rechazo o incertidumbre.
Posibles causas de ese pensamiento constante
Aquí van algunas razones psicológicas que pueden explicar por qué no logras dejar de pensar en alguien:
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Apego no resuelto: Si hubo dependencia emocional o si la relación llenaba vacíos importantes, es probable que el desapego se vuelva más difícil.
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Idealización: A veces no pensamos en la persona real, sino en una versión idealizada que construimos.
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Culpa o asuntos pendientes: Si quedaron cosas por decir o cerrar, la mente busca resolverlo a través de los pensamientos.
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Vacíos personales: En ocasiones, la persona simbolizaba algo más (seguridad, validación, sentido). No extrañas a esa persona, sino lo que representaba.
¿Cómo dejar de pensar en alguien?
No existe una receta mágica, pero sí hay pasos y ejercicios respaldados por la ciencia que pueden ayudarte a redirigir tus pensamientos y reenfocar tu energía emocional. Aquí te comparto algunos:
1. Acepta tus emociones sin juicio
Lo primero no es “dejar de sentir”, sino permitirte sentir sin pelear con lo que aparece. Las emociones necesitan espacio para ser procesadas. Negarlas solo prolonga su permanencia.
“La regulación emocional comienza con el reconocimiento consciente de nuestras emociones y su validación”
2. Establece límites mentales y físicos
Si sigues viendo sus redes, revisando conversaciones o frecuentando lugares que compartían, estás alimentando el vínculo. Poner distancia, incluso digital, no es inmaduro: es autocuidado.
Una estrategia útil es la técnica de detención del pensamiento, que consiste en reconocer cuándo inicias un ciclo de pensamientos repetitivos y redirigir tu atención a una acción consciente: escribir, moverte, respirar, hacer algo manual.
3. Llena los espacios con nuevas experiencias
El cerebro ama las rutinas. Si cada rincón de tu día te recuerda a esa persona, es momento de crear asociaciones nuevas. Inscríbete en un curso, sal a caminar por rutas diferentes, conecta con gente nueva. No se trata de “distraerte”, sino de abrir espacio para otras narrativas.
4. Haz un cierre simbólico
Si no tuviste oportunidad de despedirte o cerrar el ciclo, puedes escribir una carta sin intención de enviarla, realizar un ritual simbólico de despedida o incluso hablarlo en voz alta contigo misma. Esto ayuda a dar sentido a la experiencia y dejarla en su lugar.
5. Busca apoyo psicológico si lo necesitas
Si han pasado semanas (o meses) y el pensamiento sigue siendo obsesivo, afectando tu día a día, buscar ayuda profesional es una opción valiente. La terapia puede ayudarte a identificar patrones, sanar heridas y crear estrategias personalizadas.
¿Cómo olvidar a una persona?
La pregunta quizá no sea cómo olvidar, sino cómo soltar. Porque olvidar implica borrar, pero soltar es recordar sin dolor, sin anhelo, sin quedarte atrapada en un recuerdo.
Recuerda: no estás dejando atrás a alguien para perderlo, sino para volver a encontrarte contigo.
Referencias
- Guzmán González, M., & Trabucco, C. (2015). Apego y perdón en el contexto de las relaciones de pareja. Terapia Psicológica, 33(1), 35–45. https://www.redalyc.org/pdf/785/78539320004.pdf
- Ponce Rodríguez, J. Y. (2024). El apego emocional en las relaciones de pareja. Revisión narrativa. Revista Científica de Psicología NUNA YACHAY, 6(12), 70–81. https://doi.org/10.56124/nuna-yachay.v6i12.006





